Aprovechando que quedaba un poco de nieve por la Tramuntana, hoy nos vamos al Puig Major, ascendiendo por la vertiente norte, que por lo protegido de la canal hace que el "efecto invierno" dure más. A pesar de que la subida acabe en una carretera y una enorme bola del radar, las dos horas largas de camino, sobre todo si tenemos cubierto de blanco la montaña, merecen la pena; a nuestros pies y al norte tenemos el mar a un salto. Se puede ver el agua clara de cala Tuent y al otro lado, los emblases de Cuber i Gorg Balu, completamente llenos de agua, rebosantes.
El camino se inicia en lo que se conoce como "plataforma del funicular", una construcción de piedra que está en la carretera que va a sa Calobra, a unos 2 km del acueducto.
Está señalizado con hitos, y es evidente. Tras pasar una portilla metálica, el camino desciende un poco, y ya vamos viendo a la izquierda la canal por la que subir. El camino también sirve para acercarse al Torrent dels Diners.
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